Algunas veces parece como si viviera en su tienda. Está ahí temprano desde la mañana y sale tarde en la noche.
A la mañana siguiente, ahí está otra vez. Debido a que está ahí tanto tiempo (tal vez aún más de lo que está en su casa),
se vuelve difícil después de un tiempo ver la tienda de la misma forma que la ve un cliente.
Piense cuando va a visitar la casa de alguien. Se da cuenta de que sutilezas o aún cosas obvias que el dueño no se da cuenta.
Un cuadro un poco inclinado en la pared, el desorden en la mesa, un saco tirado en la silla, etc.
Lo mismo puede ocurrir con el conocimiento de cómo se ve su tienda. Es tiempo de empezar la “Limpieza General”.